Historia de la fisioterapia.


INTRODUCCIÓN


Etimológicamente la palabra fisioterapia significa “tratamiento por la naturaleza” y es el resultado de la unión de dos palabras griegas Physis que significa naturaleza y  Therapehia que significa tratamiento, a pesar de ello hoy en día es reconocida  como “Tratamiento por agentes físicos” y es través de la historia en la que se documenta la utilización del agua, el frio , el calor, el masaje,  entre otros, como recursos  terapéuticos para la curación de ciertas enfermedades durante las diferentes etapas de su evolución.


En las primeras civilizaciones, aunque geográficamente distantes, muchas de ellas coincidieron en algunos aspectos relacionados con la curación de enfermedades, que eran consideradas como castigos divinos o presencia de espíritus malignos. Esta consideración fundamenta la utilización de métodos para el tratamiento de dichas enfermedades combinando los saberes espirituales, mágicos y empíricos de cada civilización.


Diversos acontecimientos contribuyeron de manera directa e indirecta a la formación de la Fisioterapia, iniciada tanto en las prácticas empíricas y mágicas de los responsables de la curación en las civilizaciones más antiguas, pasando por la filosofía terapéutica de Hipócrates de Cos, a través del desarrollo de métodos gimnásticos para el fortalecimiento de las extremidades y el uso de agentes físicos como métodos terapéuticos. Además, de la interacción histórica que tuvo con la Cirugía cuando muchos de los cirujanos denominados en ese entonces cirujanos-barberos que dedicaban su atención a las clases más humildes, se inclinaron por los agentes físicos como medios terapéuticos, y otros sucesos que serán relatados en el contenido de la siguiente monografía.


El auge de la rehabilitación tiene sus inicios después de la Segunda Guerra Mundial y que es impulsada por la epidemia de la poliomielitis entre 1940 y 1950, en el que los médicos preocupados por la rehabilitación fueron ortopedistas debido a la necesidad de tratar las secuelas musculoesqueléticas de la patología y en la cual se evidencio la necesidad de profesionalizar la Fisioterapia dando origen a los primeros títulos universitarios y a  profesionales de Fisioterapia (Sotelano).
En 1958 la Organización Mundial de la Salud (OMS) cambia el sentido etimológico de Fisioterapia en su definición:


El arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad ((OMS), 1969). Según esta definición se hace evidente la utilización de agentes físicos y recursos naturales por parte de los profesionales de Fisioterapia, como parte importante del plan de rehabilitación de la función corporal y el mantenimiento del mismo, dando continuidad a los métodos utilizados por nuestros ancestros para la curación de enfermedades de carácter osteomuscular.


Por otra parte la Confederación Mundial de Fisioterapia (WCPT por sus siglas en inglés), no solo reduce la definición a los métodos y materiales utilizados por los Fisioterapeutas, sino que menciona la capacidad que tiene para brindar servicios individuales y colectivos con el fin restaurar la máxima capacidad funcional del movimiento corporal a través del ciclo vital humano. En este sentido, define la Fisioterapia como:


“Profesión autónoma que presta servicios (valoración, diagnostico, planificación, intervención y evaluación) realizado por/o bajo la dirección y supervisión del Fisioterapeuta a las personas y comunidades para preservar, mantener y desarrollar al máximo el movimiento y las habilidades funcionales y por tanto el nivel de salud durante toda la vida”.


Estableciendo una serie de parámetros en cuanto al comportamiento del profesional, entre los que se encuentran (Alvis Gomez Karim Martina, 2008):



      Confiabilidad
      Altruismo
      Compasión/Cuidado
      Competencia Cultural
      Comportamiento ético
      Integridad
      Desarrollo Personal y Profesional
      Responsabilidad Profesional
      Responsabilidad Social
      Trabajo en equipo

Lo anterior hace evidente que la Fisioterapia ha ido desarrollando y presentando avances significativos en su ejercicio, teniendo como principio fundamental y a la vez objeto de estudio el “Movimiento Corporal Humano” dirigiendo sus actividades a la recuperación y mantenimiento del mismo, logrando así la importancia requerida para que hoy en día sea reconocida a nivel mundial como una profesión de carácter universitario del área de la salud.


A pesar de ello, en el contexto internacional el que hacer de la Fisioterapia se conoce con otros términos como Kinesiología o Terapia Física, los cuales contienen características particulares en su ejecución y desarrollo. Sin embargo, comparten el mismo eje central del ejercicio de la profesión.


La denominación varía en algunos y países de acuerdo a su cultura, por ejemplo en Argentina se hace referencia a la Kinesiología como “terapia por medio del movimiento” y  la Fisioterapia como un complemento de ésta por medio de la “aplicación de agentes físicos con fines terapéuticos”. Por su parte, en Colombia la Fisioterapia:


« (…) surge en el año de 1952, como parte del primer  programa académico de Fisioterapia en la Escuela Nacional de Fisioterapia, actual Escuela Colombiana de Rehabilitación. En 1.954 mediante el decreto 1056 se reglamenta el ejercicio de la profesión y en 1.976 mediante la Ley 9 determina su carácter Universitario. Más adelante en 1.999 mediante la Ley 528 la fisioterapia se consolida como una “profesión liberal, del área de la Salud, con formación universitaria, cuyos sujetos de atención son el individuo, la familia, la comunidad y en el ambiente en donde se desenvuelven”» (Alvis Gomez Karim Martina, 2008).


Su objetivo es el estudio, comprensión y manejo del movimiento corporal humano, como elemento esencial de la salud y el bienestar del hombre. Orienta sus acciones al mantenimiento, optimización o potencialización del movimiento así como la prevención y recuperación de sus alteraciones y a la habilitación y rehabilitación integral de las personas con el fin de optimizar su calidad de vida y contribuir al desarrollo social. Fundamenta su ejercicio profesional en los conocimientos de las ciencias biológicas, sociales y humanísticas, así como en sus propias teorías y tecnologías.


Por otra parte, establece la participación de los Fisioterapeutas en materia de diseño, ejecución y dirección de investigación científica, disciplinar o interdisciplinar, destinada a la renovación o construcción de conocimiento que contribuya a la comprensión de su objeto de estudio, y a la publicación de trabajos de investigación (Colombia).


En cuanto al proceso de formación se encuentra que este puede ser de carácter técnico, tecnológico y universitario, su duración oscila entre 3 y 5 años respectivamente, siendo este último el más frecuente en la modalidad presencial. Actualmente, Colombia cuenta con veintiséis programas oficialmente reconocidos, que ofrecen formación a nivel universitario, por otra parte, en la estructura curricular se destacan al menos tres clases de actividades pedagógicas: teóricas, prácticas y la práctica profesional de las áreas de formación, a su vez se distinguen cuatro áreas básicas (Colombia):


·         Área de ciencias físico – naturales.
·         Área social humanística.
·         Área disciplinar profesional.
·         Área metodológica –investigativa.


Respecto a la práctica profesional se encuentran los siguientes campos de desempeño profesional: Prevención, promoción, recuperación y rehabilitación, además de campos como educación, salud ocupacional, administración y deporte.
Con base en lo anterior, actualmente la Fisioterapia es una disciplina en constante crecimiento y desarrollo en cuanto a los métodos de intervención, técnicas, manejo, promoción y prevención de la salud, incursionando, además, en diferentes campos laborales en los cuales se hace necesaria la presencia de fisioterapeutas como parte integral del equipo de trabajo. Dejando a un lado la tendencia del área clínica como único campo para ejercer la profesión.


Si bien es cierto que como parte de la evolución científica y de investigación es evidente que no existe un origen formal o establecido de la Fisioterapia que permita identificar un autor o un momento histórico a quien se le atribuyan los reconocimientos por la creación de la misma.


Es por ello que para identificar un momento histórico que relate el origen de la Fisioterapia, se describen las diversas literaturas y mencionan épocas, momentos y personajes históricos que contribuyeron a la formación de la misma. Este desarrollo se presenta en 3 capítulos, de los cuales el primero hace referencia al tratamiento a través de la naturaleza en la antigüedad, el segundo ira guiado a lo ocurrido durante la edad media y moderna, finalmente en el tercer capítulo se identificara la aparición del término Fisioterapia.





6.1 TRATAMIENTO A TRAVÉS DE LA NATURALEZA EN LA EDAD ANTIGUA



El presente capítulo contiene descripciones y relatos de lo ocurrido en la Edad Antigua en cuanto al tratamiento a través de la naturaleza, personajes históricos que se destacaron y que se encuentran documentados en la literatura, así como los diversos conceptos de la salud según las diferentes regiones del mundo, lo anterior enmarcado dentro de un orden cronológico dado desde el año 4000 a.C. hasta el año 30 d.C.


Estos acontecimientos datan aproximadamente 4000 años a.C donde no se mencionaba la implementación de Fisioterapia o Terapia Física propiamente dicha, sino la práctica de curar y uso de agentes físicos naturales como parte de la curación que se ejercía en dicho momento. Esta práctica se realizaba desde dos ámbitos principalmente, el primero bajo la influencia de creencias mágicas de sanación en la que el hombre enfermo debía ser sanado mediante conjuros para la liberación de espíritus malignos del cuerpo. El segundo desde el empirismo que buscaba dar solución a aquellas alteraciones que afectaban el estado físico. Quienes trataban las enfermedades eran tanto sacerdotes, los cuales podían ser adivinos, que predecían el curso de las enfermedades, como exorcistas, que liberaban a los enfermos de los espíritus malos o médicos que recetaban algunos fármacos (Jaramillo Antillón, 2005)


En el Antiguo Egipto (4000 a.C.) la salud y la enfermedad estaban consideradas bajo la idea mágico-religioso, las personas enfermas eran tratadas por tres tipos de sanadores -según el papiro de Ebers-. En primer lugar los sacerdotes, quienes realizaban ceremonias religiosas y formulaban medicamentos con la mezcla del empirismo y la magia. En segundo lugar, los médicos escribas o laicos, los cuales prescribían después de examinar al paciente. Por último, los magos que realizaban prácticas poco comunes (Jaramillo Antillón, 2005). Personajes que lograron preparar cerca de setecientos fármacos hechos de las propiedades de la naturaleza.


Con el pasar del tiempo -año 3200 a.C. aproximadamente- los egipcios empezaron a dejar a un lado el concepto mágico, dando paso a la aparición de médicos-sacerdotes quienes prescribían medicamentos y practicaban cirugías como la trepanación del cráneo, la cual era realizada con el fin de extraer demonios, además de tratamiento para las fracturas de cráneo, locura y epilepsia (Jaramillo Antillón, 2005).


Es en China donde se encuentra el escrito más antiguo acerca del ejercicio terapéutico y el masaje, titulado el Kong-Fou, práctica que era realizada por los monjes budistas del Tao Tse, en él se mencionan diversos movimientos y posiciones descritos por los sacerdotes para tratar las diferentes alteraciones físicas bajo las creencias mágico-religiosas. Además describen concepciones relativas a la higiene del cuerpo: el masaje, en este texto, se muestra asociado a los ejercicios físicos (Martinez, 1998).


Por otro lado se encuentra el Taoísmo, tradición filosófica y religiosa fundamentada en la existencia de tres fuerzas: pasiva, activa y conciliadora. Las dos primeras opuestas y complementarias entre sí, es decir, que no dependen la una de la otra y pueden funcionar como una unidad haciendo referencia al yin y el yang, la tercera es el tao el cual es la fuerza superior que las contiene. Esta tradicion utilizó para la cura de ciertas enfermedades el baile. En el año 2698 a.C. fue propuesta un tipo de gimnasia curativa en la que se practicaban ejercicios respiratorios y ejercicios para evitar «obstrucciones de los órganos»  creada por el emperador chino Hoang-Ti. (Bohm, 1973)


En la China (1800 a.C. aproximadamente) se consideraba la salud y la enfermedad como un equilibrio entre las energías universales del ying y el yang que fluyen a través de todo lo existente. Cuando hay un desequilibrio entre estas, se pueden presentar las enfermedades e incluso la muerte. El yin representa lo femenino, la noche, lo oscuro, lo débil, la tristeza, la defensa, el frio, la humedad, lo pasivo, la blandura; representa la tierra. El yang es lo masculino, el día, la luz, el ataque, la felicidad, la fuerza, el calor, lo viril, lo activo; representa el cielo. Con base en lo anterior, para los chinos el cuerpo humano se constituía de cinco elementos: tierra, fuego, agua, metal y madera. Además, practicaban la acupuntura, los masajes -empleados en  traumas y dolencias- (Jaramillo Antillón, 2005) las cauterizaciones, y los tratamientos para las fracturas.


Para el mismo año, en la antigua India los sacerdotes eran quienes realizaban los tratamientos que estaban basados en encantamientos. Como se puede apreciar en los textos védicos arcaicos, libros más antiguos del saber o conocimiento sagrado los cuales se fundamentaban en el hecho de que las enfermedades eran castigos divinos, en ellos se describían prácticas mágicas con el fin de expulsar los demonios del cuerpo, así mismo relataban algunos síntomas o condiciones como presencia de enfermedades y mencionaban numerosas hierbas para el tratamiento de las patologías (Jaramillo Antillón, 2005).


Por su parte, el chino Tzu Kuo shih, en su obra La terapia Qi Gong El arte de curar mediante la energía, describe una terapéutica compuesta por drogas minerales y vegetales en píldoras, cocción o infusión, aplicación de agentes físicos, masaje y acupuntura (García, 2009). Se consideraban como fuerzas primitivas de carácter divino el agua, el sol, el aire y la tierra.


Algo semejante ocurre con el libro más conocido escrito por los chinos el Nei Ching -1600 a.C. aproximadamente- el cual menciona la existencia de trescientos sesenta y cinco huesos y articulaciones en el cuerpo humano, además de la presencia de un sistema circulatorio fluyente de manera circular, el cual nunca se detiene. En general este escrito detalla los huesos y el aparato digestivo (Jaramillo Antillón, 2005).


Por otra parte, los egipcios dejaron constancia de sus diversos conceptos y tratamientos para conservar la salud a través de los papiros elaborados principalmente por la planta que crecía junto al rio Nilo, eran ligeros y se podían enrollar (Jaramillo Antillón, 2005). Estas láminas fueron su principal fuente de información, en ellas al parecer se encuentran las primeras referencias acerca de la utilización de terapia manual y el uso de agentes físicos.


Entre los escritos se resalta el papiro adquirido por el arqueólogo Edwin Smith, con fecha probable de 1600 a.C., en el cual se describe la utilización de frio en la etapa inicial de una inflamación y de calor en las etapas más tardías. En dicho papiro, también se menciona el uso de terapias como la exposición al sol con fines terapéuticos, en lugares destinados para ello (Gallego, 2007).


En la Grecia antigua se pensaba que el tratamiento de las enfermedades consideradas como manchas o impurezas, eran una forma de purificación religiosa. En el año 900 a. C. los médicos enviaban a los pacientes cuyos tratamientos habían fallado a los templos dedicados al dios de la medicina y la curación Asclepios, en los que se encontraban baños, jardines, lugares para la estancia, gimnasio, teatro, reposo y tratamiento de los pacientes. El ejercicio físico, la hidroterapia y el masaje se utilizaban de forma purificadora y como preparación para las competencias atléticas (Martinez, 1998).  


Tiempo después -800 a.C. aproximadamente- aparecen los textos brahmánicos[1], en los que la medicina deja de ser de tipo mágico-religioso a ser de un corte más empírico, obedeciendo al nuevo sistema doctrinal. En los cuales se describen las doctrinas de yoga y ayurveda que incluían un sistema gimnástico, prácticas  del masaje y ejercicios. Además describían dietas, baños, eméticos[2] y otros medicamentos naturales. Utilizaban las sanguijuelas para detener sangrados en ciertas patologías y curar heridas. Se recomendaban diversos minerales y más de quinientas plantas medicinales. A pesar de esto los conocimientos de la anatomía humana eran incipientes, ya que la religión no se les permitía realizar autopsias, aun así, practicaban cirugías con instrumentos muy higiénicos, realizaban cesáreas, amputaciones, suturas, tratamientos con entablillados de bambú para las fracturas, extirpaban cataratas y drenaban abscesos (Jaramillo Antillón, 2005).


El primer médico investigador y escritor fue Alcmeón (siglo VI a.C.), quien escribió un libro de fisiología humana en el que describió los nervios ópticos, el cruce en el quiasma óptico y su unión en el cerebro a donde lleva las imágenes captadas por los ojos. También describió la trompa de Eustaquio e indico que el intelecto se encontraba en el cerebro. Además aseguro que el cerebro era el que captaba las sensaciones visuales y auditivas, ideas que fueron aceptadas por Demócrito e Hipócrates (Jaramillo Antillón, 2005).


Posteriormente en el siglo V a.C. el concepto de salud en Grecia al igual que en las culturas anteriores era de tipo mágico-religioso; los sacerdotes empleaban baños, dietas, algunos fármacos, masajes, ejercicios y deportes para sanar a las personas enfermas. Con el pasar del tiempo los griegos observaron que ciertos medicamentos resultaban efectivos para la cura de las enfermedades, por lo que se dio inicio al empirismo en la antigüedad (Jaramillo Antillón, 2005).


Dentro de este contexto, encontramos a Empédocles, médico griego que dio gran importancia a los ejercicios respiratorios, además era un gran observador de la naturaleza, en sus obras relatadas como poemas describió su concepto de evolución de los seres vivos y la circulación de la sangre. Así mismo propuso una teoría de cuatro elementos que debían estar en armonía para la sanidad: tierra, agua, fuego y aire; razón por la cual consideraba al hombre como un microcosmo.


Por su parte la Grecia clásica se caracterizó por dar origen a la medicina científica entre los  siglos V y VI a. C. En esta época se destacan autores como Hipócrates de Cos, nacido en la isla de Cos del mar Egeo, realizó sus estudios en Atenas, viajo por Grecia y Asia menor adquiriendo conocimientos sobre la salud. Regresó a Cos en su adultez a ejercer como médico y a transmitir a otros sus conocimientos. Murió a sus 80 años en la ciudad de Larisa en el año 370 a.C (Jaramillo Antillón, 2005).


Hipócrates buscó las curas para las enfermedades en la ciencia dejando a un lado las creencias mágico-religiosas, señaló la importancia de la inspección, observación e interrogatorio del paciente y la descripción de ciertas enfermedades según los signos y síntomas que presentaban los enfermos. Mencionó la influencia del calor, el frio y el medio ambiente en la aparición de enfermedades (Jaramillo Antillón, 2005). Insistió en las medidas higiénicas preventivas para conservar la salud, mencionaba que el reposo era una medida importante en los tratamientos.


Escribió probablemente veinticinco tratados de los cuales en siete de ellos se encuentran reflejados los medios físicos, higiénicos y dietéticos como instrumentos terapéuticos. Su terapéutica se basaba en el saber humano, encaminado a comprender los secretos de la naturaleza del hombre, las diferentes enfermedades y los diversos tratamientos propios de la naturaleza (Martinez, 1998).

La medicina hipocrática se fundamenta en la correcta realización de ejercicios,  gimnasia, masaje, así como en una adecuada dieta alimenticia para conservar y mantener una buena salud física. En los tratados se encuentran recomendaciones acerca del uso de agua fría para dolores articulares y contracturas musculares, baños marítimos para el tratamiento de afecciones en la piel que no estuviesen infectadas. Así mismo se describe una relación entre movimientos y músculos, como también recomendaciones para la debilidad muscular y las desavenencias mentales (Martinez, 1998).


Hipócrates en su tratado de los aires, aguas y lugares, menciona la importancia de considerar las propiedades sedante, astringente y antiflogística de las aguas de un lugar para tratar hemorragias, también inflamaciones agudas, trastornos dolorosos de las articulaciones, erisipela entre otros. Por otra parte, en su obra sobre las fracturas hace referencia a la utilización de diferentes agentes físicos, además describe manipulaciones en caso de luxaciones. En otra de sus obras “sobre las articulaciones” describe y clasifica el masaje según sus indicaciones y contraindicaciones. Igualmente menciona los efectos adversos de los ejercicios extenuantes (Gallego, 2007).


Por otra parte, el médico griego Diocles de Caristo, nacido en Caristo, desarrollo sus estudios en la escuela hipocrática, ejerció en Atenas cerca del año 350 a.C., escribió un libro titulado Victu Salubri sobre ejercicios gimnásticos, sus beneficios y clasificación según duración e intensidad (Gallego, 2007).


Más adelante, en el siglo II a. C el cuidado de la salud es tomado como un conjunto de tres partes: la primera toma a la alimentación como relación fundamental, la segunda enfatiza en los medicamentos, y la tercera y no menos importante abarca las curaciones con ayuda de las manos.


En este contexto, encontramos a los romanos que se centraron en la higiene tanto individual como colectiva, empleando los baños como práctica social, higiénica y curativa. Bajo esta premisa se construyeron grandes establecimientos termales existentes desde los tiempos de Catón (200 a. C.), algunos procedentes de la época imperial, los cuales estaban constituidos por: un apoditerium, zona en la que los bañistas se vestían y desvestían; el unctuarium, lugar en el que se aplicaban perfumes y pomadas; el baptisterium, donde se realizaba la purificación por medio del agua; el frigidarium, área en la que se encontraban las piscinas frías; el calidarium, donde estaban los baños calientes; el tepidarium, sitio en el que los bañistas evitaban los cambios bruscos de temperatura, y el plantanone o spheristeria, lugar donde los traclatores realizaban masajes y los bañistas conversaban o podían realizar ejercicios. Se practicó también en Roma la Talasoterapia la cual se basa en la terapéutica realizada con las diversas propiedades beneficiosas del mar (Martinez, 1998).


En este período se destaca Asclepíades de Prusa (año 124 a.C.), discípulo de Cleofanto de Alejandría, quien fue influyente en la medicina helenístico-romana, su criterio terapéutico fue contrario al de Hipócrates. En su escuela desarrollo la práctica de la hidroterapia utilizando el agua fría en las enfermedades de relajamiento y el agua caliente en las de encogimiento. Otro de los autores de la época fue Aulo Cornelio Celso (año 25 a.C. – 50 d.C) se ocupó al parecer de medicina, leyes, historia, filosofía y agricultura. Escribió un tratado de salud el cual dividió en 8 libros, título su obra De Re Medica, en ella hizó referencia a la hidroterapia, el masaje, las movilizaciones pasivas y activas y a los beneficios de los ejercicios físicos (Gallego, 2007).


Para el siglo I a. C en Roma se practicaba el hidromasaje, los estiramientos y los movimientos asistidos con pesos y poleas. Esta medicina fue considera por los griegos de nivel primitivo, razón por la cual la medicina griega se terminó imponiendo en esta época.


Es importante destacar a figuras como Asclepíades y Temisión quienes emplearon la dieta, el masaje, la hidroterapia, la marcha, la carrera y los ejercicios físicos pero fuera de la idea sanadora natural (Martinez, 1998), así mismo a Galeno (129-201 d. C), nativo de la ciudad de Pérgamo, quien en el año 161 d.C. viajo a Roma donde curo pacientes que no habían logrado alivio con los tratamientos hechos por los médicos de la ciudad. Además curo a un famoso filosofo llamado Eudemo, fue llamado a hacer parte del equipo médico personal del emperador Marco Aurelio en el año 164 d.C., llego a ocupar el primer lugar entre los médicos (Jaramillo Antillón, 2005),  en sus obras trato temas de anatomía, fisiología, semiología, patología, terapéutica e higiene. Galeno utilizó los agentes físicos para equilibrar los humores que son la base de su teoría médica, entre ellos están el masaje, los ejercicios gimnásticos y los baños (Gallego, 2007), los que clasificó según su vigor, duración y frecuencia (Martinez, 1998).


En el año 30 d.C. los romanos se interesaron por la prevención de la enfermedad y el campo sanitario de la salud, por lo cual construyeron un sistema subterráneo destinado a la evacuación de aguas residuales y acueductos para abastecer Roma con agua potable. Realizaron limpiezas de las calles colocando diversas letrinas públicas, las cuales eran cuidadas por los esclavos (Jaramillo Antillón, 2005).


Después de la división del Imperio Romano en Occidente y Oriente iniciada con la tetrarquía del Emperador Diocleciano (284-305 d.C.) y efectuada de forma definitiva por el Emperador Teodosio I (379-395 d.C.), la ciudad de Bizancio mantuvo la terapéutica basada en los autores Hipócrates y Galeno. En el siglo V d.C. el médico romano Celio describió conceptos acerca del tratamiento físico en los que incluyo la suspensioterapia, la hidrogimnasia y la poleoterapia (Martinez, 1998).


Al mismo tiempo, en la antigua América existieron diversas medicinas primitivas y grupos culturales, los cuales presentan variedad en su aplicación. Es característica de la América precolombina al igual que en las culturas antiguas tanto egipcias o griegas, en sus inicios, la idea que se tenía de las enfermedades  como un castigo divino, por lo que se realizaban procedimientos físicos y mágicos. Entre los elementos mágicos se encontraba el exorcismo y entre los físicos la utilización de agua como recurso terapéutico (Gallego, 2007).


6.2 TRATAMIENTO A TRAVÉS DE LA NATURALEZA EN LA EDAD MEDIA Y MODERNA



A continuación se abordará las descripciones y relatos de lo ocurrido en la edad media y moderna (siglo V d.C. hasta el siglo XIX) en lo referente al tratamiento a través de la naturaleza, haciendo hincapié en los medios terapéuticos utilizados, personajes históricos que se destacaron en estos periodos de tiempo y se encuentran en la literatura, así como también los diversos conceptos de la salud según las diferentes regiones del mundo, lo anterior organizado en un orden cronológico de ideas y conocimientos supuestos.


En el año 500 d.C. hasta aproximadamente el año 1400 d.C. se produjo un retroceso en el uso de agentes físicos, debido a la ampliación y consolidación del cristianismo como religión, ya que hubo una orientación principalmente hacia el cuidado del alma, rechazando el cuidado del cuerpo como algo prioritario (Gallego, 2007). En este período perduro el uso farmacológico -por parte de los curanderos, adivinadores, así como mujeres sabias- y la hidroterapia. El ejercicio solo era practicado por la nobleza y por los clérigos como parte de la preparación y entrenamiento necesario para la caza y la lucha. La sanación de los enfermos se realizaba nuevamente bajo la influencia de las creencias mágicas (Jaramillo Antillón, 2005).


Durante esta época la enfermedad era vista como un castigo de Dios hacia la persona por haber cometido un pecado, razón por la cual la atención y el cuidado estaba dado por los monjes, quienes solamente utilizaban plantas y practicaban sangrías, estos tratamientos se debatían entre los milagros de Dios y la práctica de curar. Con esta práctica se desarrolla la farmacopea en la cual se empleaban básicamente plantas medicinales y drogas.


En este contexto encontramos la figura de Santo Tomas de Aquino (año 1225-1274) que consideraba cualquier cambio que ocurriese en algún ser vivo provenía de una influencia externa, por lo que concluye que «Dios es el principio motor, fuente primaria de todo cambio del mundo natural, a parte de su potencia intrínseca». Doctrina que dio mayor importancia a lo sobrenatural y freno el pensamiento independiente durante la Edad Media (Lyons, 1994).


En este periodo había una tendencia a agrupar los oficios de acuerdo a los materiales y herramientas utilizados en ellos, por lo que los cirujanos tenían relación con los barberos, así como los médicos con los artistas, ya que estos últimos utilizaban en común polvos que podían ser mezclados con agua, huevo o aceite para hacer pigmentos. La unión de médicos y artistas fue de gran importancia a inicios del Renacimiento puesto que aquí se dieron avances en el conocimiento de la anatomía humana (Lyons, 1994).


Aquí es importante aclarar que la salud científica de Hipócrates fue dejada a un lado por su racionalismo, motivo que llevo al hecho de que el pensamiento Galénico terminara imponiéndose en la época. Debido a que se tenía la idea de la importancia y efectividad de la mentalidad religiosa en los tratamientos de curación en lugar de las prácticas curativas de manera manual. Además se dio la separación de la medicina y la cirugía restando importancia a las terapias manuales, por lo cual los encargados de la salud física se involucraban menos con los pacientes (Jaramillo Antillón, 2005).


En este período la terapéutica utilizada era muy variada desde el uso de amuletos, plantas, encantamientos, brebajes mágicos hasta masajes con ungüentos. Se usaba el agua como medio terapéutico, a partir de aquí se crearon establecimientos termales en toda Europa Central para brindar a los enfermos propiedades curativas (Gallego, 2007).


En la Edad Media, a pesar del retroceso que se dio, sobresale la figura de los árabes quienes conservaron los principios de la idea griega y romana de salud, utilizando la balneoterapia, los ejercicios físicos y los baños (considerados un factor social y cultural de primer orden) como agentes terapéuticos. Dieron desarrollo a casas especiales, en las que se realizaban masajes con lodo y tierra (Martinez, 1998). Durante el siglo X al parecer en Bagdad existieron más de 3000 establecimientos hammams o baños públicos, los cuales contaban con instalaciones sanitarias, fuentes que suministraban agua caliente, vapor de agua y lienzos que les permitían a los bañistas cubrirse o secarse. Según los árabes, los baños disminuían el cansancio, abrían los poros de la piel para la limpieza, ayudaban a la expulsión de la orina y a la digestión (Gallego, 2007). Infortunadamente esta práctica fue interrumpida por la peste negra[4] que invadió a Europa.


En este periodo se destaca el autor Averroes (1126 - 1198), con sus obras en las que hace referencia al ejercicio físico y el momento adecuado de llevarlo a la práctica que para él debía ser cuando el estómago, hígado y demás órganos hayan realizado el proceso de digestión. Además, mencionaba el masaje y las técnicas adecuadas de fricción. Por otra parte Rabí Moisés ben Maimón (1135-1204) quien fue filósofo, médico, rabino y teólogo, consideró como pilares para la conservación de la salud, el movimiento corporal y el ejercicio físico (Gallego, 2007).


Aunque la Iglesia tenía el control sobre los estudios de la época, la salud que estaba a cargo de los monjes decayó de manera rápida debido al interés de la gente por recibir recompensas materiales más que de carácter divino (Lyons, 1994). Así mismo, durante la Edad Media se dieron avances en las ideas acerca del contagio y las medidas sanitarias. Se tenía escaso contacto con los encargados de la salud, puesto que estos empleaban más tiempo entendiendo la enfermedad fisiológicamente que buscando curas para aliviarlas (Lyons, 1994).


Más adelante, en el siglo XV Giorgio Vasari dio el nombre al periodo que inicio después de la culminación de la Edad Media como rináscita, o Renacimiento (siglo XV-XVI), período que se caracterizó por retomar la cultura de Grecia y Roma, dejando atrás el ideal de la Edad Media. Además fue un periodo de evolución en el que se inventó la imprenta, lo que permitió difundir los conocimientos, se creó una economía monetaria, nuevas organizaciones sociales y políticas. En este periodo los filósofos negaron la influencia de lo sobrenatural en lo natural, dando origen a la ciencia moderna.


En esta época hubo una gran transformación de la salud, los encargados de esta poseían conocimientos tanto de física como de anatomía, campos en los que se dio gran importancia a la observación de los fenómenos naturales donde la práctica y la experimentación cobraron gran importancia. Así mismo, se resaltó de nuevo los textos hipocráticos, restando interés al galenismo (Lyons, 1994).


Una figura destacada dentro de este período fu Vittorino de Feltra (1378 - 1446) quien reintegro la educación del ejercicio físico en gran medida por lo que se retomó el desarrollo tanto del espíritu como del cuerpo pensado en la Grecia antigua.7 Así mismo, encontramos a Leonardo De Vinci (1492-1519) quien realizo junto al médico Marcoantonio della Torre disecciones de cadáveres -autorizadas en la época para ser hechas por pocos médicos-, los cuales escribieron  un Manual de Anatomía y Fisiología el cual nunca fue publicado ni terminado por la muerte de Marcoantonio. Sin embargo, Leonardo continúo sus estudios de anatomía, y sus grabados anatómicos fueron descubiertos años después.


Otras figuras en este período son Thomas Linacre quien fue uno de los autores destacados de la época (1460–1524 aproximadamente) conocido como el restaurador del conocimiento en Inglaterra, realizó diversos estudios fisiológicos en Padua y en Oxford. Tradujo al latín las obras escritas por Galeno acerca de la higiene, la terapéutica, los temperamentos, las facultades naturales, el pulso y la semiología (Lyons, 1994). También Paracelso (1493-1541) uno de los precursores de la farmacología, atacó la medicina Galénica tradicional -según la historia quemó públicamente los libros de este autor-, se interesó más por la observación y la experiencia, resalto a Hipócrates como figura antigua de la salud mereciente de ser recordado, menciona y recomienda en su obra Liver de Vita Longa el masaje como medio indispensable para la conservar la salud (Lyons, 1994). Por otro lado Jean Fernel (1497-1588) formado en Paris escribió su obra titulada La Medicina Universal, en la que dividió el estudio de la salud por primera vez en las disciplinas que se conocen hoy en día como fisiología, patología y terapéutica.  Así mismo, el cirujano francés Ambroise Paré (1517-1590) recomienda el masaje como medio terapéutico para su aplicación en los muñones con dolor de las personas amputadas, en cicatrices retraídas y en músculos con espasmos (Gallego, 2007).


Por otro lado, Andrea Versalio (1515-1564) da a conocer en el año 1543 su tratado titulado De humani corporis fabrica libri septem, en el que ilustra de manera brillante la anatomía humana. Sin embargo, al ser descubiertos los dibujos del arquitecto, genio de la escultura y pintura Leonardo De Vinci, se observó que estos mostraban de manera más clara la anatomía en comparación con los de Versalio (Jaramillo Antillón, 2005). De Vinci describió la anatomía osteomuscular de cara, tórax, brazos, piernas y útero, explicó que el corazón era un vaso de músculo grueso con movilidad propia en el cual desembocaban venas y arterias, señaló que los latidos del corazón se relacionaban con el pulso, que solo desaparecía cuando la persona moría. Entre otros aportes fisiológicos que dio a pesar de no ser médico (Jaramillo Antillón, 2005).


En el siglo XVI se suspendieron los baños comunales por la aparición de las enfermedades venéreas como sífilis y gonorrea, lo que fue considerado como un bloqueo para acceder a la higiene personal, ya que no existían aun los suficientes sistemas de acueductos para abastecer a la población y los que habían, eran insuficientes para realizar una higiene diaria (Lyons, 1994).


Para esta época aparece la figura de Bernardino Gómez Miedes (1520-1599),  quien publicó en el año 1589, aproximadamente, su escrito Enchiridion, el cual está dividido en tres libros, y es en el tercero en el cual describe las técnicas del masaje, la importancia de la fricción y los estiramientos en los dolores articulares y de gota (Gallego, 2007).


En el siglo XVI se aprecia el reintegró del ejercicio físico con la aparición del primer tratado de ejercicios terapéuticos escrito por el médico español Cristóbal Méndez (1553) “Libro del Exercicio”, encontrándose conceptos específicos que instruían acerca de la correcta realización de los ejercicios corporales y las diversas modalidades deportivas de acuerdo a la edad, el género y la condición social del deportista. A pesar de ésto el tratado que causó mayor impacto en esta época, fue el del autor Hieronymus Mercuriales (1569) “De Arte Gymnástica”, que contenía los ejercicios con sus respectivas indicaciones y contraindicaciones, y sus efectos sobre el organismo, lo que daba valor terapéutico sobre éstos.


También cabe destacar al autor Santorio Santorio (1561-1636) quien escribió la obra De Statica Medicina, en la que hace referencia a la limpieza de desechos y la adquisición de fuerza en músculos y ligamentos, mediante el ejercicio moderado. Así mismo, Francis Glisson (1597-1677) señala, por su parte, el tratamiento para las deformidades que se presentaran en la columna vertebral, indicaba que el paciente debía ser traccionado mediante cuerdas en las que se encontrara suspendido varias veces durante el día, con el fin de corregir la postura (Gallego, 2007).
 

En este período el médico William Gilbert  publicó la obra “De magnete magnetisque corporibus”, en la cual se encuentran diferencias entre el magnetismo y la electricidad. Es en esta época en la que se comienza a establecer la diferencia entre ciencia y empirismo.


El siglo XVII, conocido como la “era de la revolución científica”, debido a que los científicos se preocuparon más por el cómo ocurrían los hechos que el por qué sucedían. Los fenómenos se empezaron a interpretar mecánicamente y las expresiones científicas se volvieron más matemáticas (Lyons, 1994).


Contexto en el que encontramos a Giovanni Alfonso Borelli (1624-1689) quien en su obra De motu Animalium explica mediante la mecánica el movimiento corporal animal, menciona las funciones musculares utilizando las fuerzas, tensiones y leyes de la palanca. Por su parte, Tomas Sydenham en su obra Processus integri describe los efectos benéficos de los agentes físicos naturales y de los remedios sencillos (Martinez, 1998).


Por otra parte el siglo XVIII tuvo un enfoque racionalista y científico que permitió dar fin a la superstición medioeval (Lyons, 1994) solo una pequeña parte tenía la posibilidad de acceder a los servicios de salud brindada por una persona cualificada, lo que hacía que gran parte de la población fuera atendida por “charlatanes”. De igual manera  la gente con una alta posición económica tenía dificultades para ser atendida por médicos (Lyons, 1994).


En este período sobresale Giovanni Batista Morgagni (1682-1771) el cual en su obra El sitio y causas de las enfermedades investigadas por anatomía escrita en el año 1761, aborda la temática de la parálisis del hemicuerpo opuesto a la lesión causada por los aneurismas y las hemorragias cerebrales (Lyons, 1994).


Por otro lado, en el año 1697 en España el autor Alfonso Limón Montero publica la obra Espejo cristalino de las aguas de España, la cual consta de cuatro libros en los que se describen, los baños termales, el valor higiénico y medicinal de los baños, las cualidades terapéuticas de estos y las propiedades del agua haciendo referencia a los cincuenta y nueve manantiales españoles.


Fridericus Hoffman restableció lo importante del ejercicio físico, tanto en el tratamiento como en la higiene y la vida diaria, como lo afirma en su escrito Disertaciones Físicomédicas (1708) que: «el movimiento está considerado como la mejor medicina para el cuerpo debiendo distinguir con los antiguos entre el movimiento, el ejercicio y el trabajo».


Así mismo, Jhon Hunter (1728-1793) quien demostró la relación agonista-antagonista de los músculos, dando importancia al movilizar de manera voluntaria y precoz los miembros enfermos o con heridas. Señalo el valor y la utilización del ejercicio después de una fractura (Gallego, 2007).


También aparece la figura de Joseph Clement Tissot (1750-1826) que en su obra Gymnastique Medicinale et Chirurgicale recomendaba las movilizaciones en los pacientes que habían sido intervenidos quirúrgicamente. En esta obra se habla  del masaje empleado como medio terapéutico según las diferentes patologías (Gallego, 2007).


En la época de la Ilustración y el Barroco (siglo XVII a inicios del siglo XVIII) se encuentran dos disciplinas, la Iatroquimica, mezcla de la química, la medicina y la alquimia, que buscaba dar explicaciones químicas a los procesos patológicos y fisiológicos proporcionando tratamientos con sustancias químicas, y la Iatromecanica o Iatrofísica, la cual intentaba dar explicación a fenómenos biológicos, pretendiendo explicar el funcionamiento netamente físico del cuerpo humano, en esta última se encuentran grandes avances en el uso de agentes físicos (Lyons, 1994).

Durante este siglo se realizaron numerosos estudios acerca de la naturaleza de la electricidad tales como la botella de Leyden la cual actúa como un condensador que permite almacenar cargas eléctricas, el pez torpedo que emite corriente eléctrica lo cual fue demostrado por Walsh, el descubrimiento por Benjamín Franklin de la naturaleza del relámpago e invención del pararrayos, las primeras medidas de la fuerza entre cargas eléctricas establecidas por Cavendish y Columb (Martinez, 1998), la recuperación de la funcionalidad del dedo meñique mediante la electroestimulación demostrada por Christian Gotlieb Kratzenstein,  y el estudio más importante realizado por Luigi Galvani y Alessandro Volta, quienes descubrieron  la actuación de la electricidad en la contracción muscular.


La hidroterapia tuvo gran auge, se describieron las posibilidades terapéuticas de la utilización del agua. Con lo cual se empezó la administración a los pacientes febriles de aplicaciones de agua fría o ingesta de la misma. En el año de 1764 Pedro Gómez de Bedoya publica su obra Historia universal de las fuentes minerales de España, en la que expone sobre las propiedades de doscientos catorce manantiales. Así mismo, James Currie (1756-1805) retomo la importancia de los baños marinos, la hidroterapia, y el uso de los balnearios para el tratamiento de la gota y de enfermedades metabólicas.


En 1778 se realizó una recopilación de los diversos conocimientos que existían hasta la fecha de las aguas mineromedicinales. En el transcurso de este siglo los médicos enviaban a sus pacientes a los balnearios ubicados cerca a los manantiales para aliviar los diversos dolores. El médico alemán Hufeland demostró lo importante de la helioterapia y los baños marinos en personas con tuberculosis.


Durante los primeros años del siglo XIX el cuidado de la salud siguió con los logros dados en el siglo XVIII, el concepto de enfermedad, los medios para tratar y las prácticas higiénicas, se vieron alteradas por el descubrimiento de los microorganismos y el surgimiento de la anestesia. La salud preventiva y pública de este periodo se redujo a las medidas higiénicas, como la eliminación de desechos y malos olores, así como el abastecimiento de agua potable para la población (Lyons, 1994).
En este contexto, los tratamientos empleados por los encargados de la salud en la época estaban centrados en la alimentación, el ejercicio físico, el reposo, los baños, masajes y el empleo de ventosas (Lyons, 1994).


En el siglo XIX, el poeta Sueco Per Henrik Ling (1776-1839), funda el “Instituto Gimnástico Central de Estocolmo”, Ling dio importancia al movimiento con fines terapéuticos lo que sustento bajo conocimiento científico, dividió la gimnasia en cinco ramas: pedagógica, médica, estética, ortopedica y militar. Gracias a sus discípulos Liedbeck y Georgii sus aportes fueron conocidos en 1840 en el tratado “fundamentos generales de la gimnasia”, en el cual aparece por primera vez el término «Kinesiterapia» entendido como.


“La noción general de movimientos metódicos que ejecuta el enfermo solo, por orden o prescripción médica, o el médico en un paciente pasivo, o, finalmente, médico y pacientes juntos”. (Martinez, 1998)


Por otra parte, el Dr. Sueco Gustav Zander creador de la «Mecanoterapia» (siglo XIX) concluyó que los  ejercicios propuestos por Ling necesitaban la atención personal del terapeuta, proponiendo así el uso de palancas, poleas y pesas que podían ofrecer asistencia y resistencia a la vez, lo cual tuvo un gran auge en los tratamientos, creando las primeras máquinas de mecanoterapia, alrededor  de setenta y una las cuales se dividían en 4 categorías: máquinas de movimiento pasivo, activo, pasivo-activo y de ortopedia. Cada una tenía un número y una letra que hacía referencia al segmento corporal y el movimiento a ejecutar.


Por ejemplo: si la letra A indicaba miembro inferior y el numero 5 la acción de flejar, en la máquina se trabajaba flexión de miembro inferior. La firma Rösselt Scharwrz fue la primera en fabricar estos aparatos. Fraikin y Grenier describen las funciones de cada máquina, el número de sesiones a realizar, la dosificación, las precauciones que se deben tener y los efectos que causa en el organismo. Esta práctica terapéutica se utilizaba en los tratamientos de enfermedades respiratorias, circulatorias, digestivas, nerviosas, de pelvis y del sistema osteomuscular.


En el año 1818 el autor Pierre Adolphe Piorry escritor de la obra Article Sur Massage describe la fisiología del masaje, difundiendo esta idea a los médicos del siglo XIX. Por su parte Sebastián Busqué y Torró (1831-1880) en su libro Gimnástica Higiénica, Médica y Ortopédica o el Ejercicio considerado como Medio Terapéutico, publicado en el año de 1865, menciona el uso del ejercicio como terapia, su acción sobre el organismo e indicaciones. Además de los beneficios de la realización metódica de movimientos, realizando propuestas terapéuticas en cuanto a la hidrología.  


En 1831 Michael Faraday, descubrió la inducción eléctrica la cual se incorporó a las prácticas terapéuticas. Duchene de Boulogne señaló que algunos músculos paralizados por lesiones periféricas conservaban la excitabilidad inducida, a diferencia de otros que la perdían. A finales de este siglo D’ Arsonval comenzó aplicaciones de corrientes de alta frecuencia reconociéndose la inexcitabilidad neuromuscular y la producción de calor en profundidad.

A su vez, el alemán Antón Sebastian Kneipp (1821 -1897) utilizó los chorros, baños fríos y calientes acompañados de plantas medicinales así como de baños de vapor. El médico Wilhelm Winternitz (1835-1917), estableció la hidroterapia como ciencia médica, teniendo en cuenta bases fisiológicas, por lo que fue incluida en el pensum de la facultad de medicina de Viena (Martinez, 1998). Por otra parte, dos ingleses descubren que algunas bacterias que originaban patologías infecciosas morían al ser expuestas a la luz solar, por lo que se empezaron a formar bases científicas en la helioterapia.


El masaje renace a finales del siglo XIX gracias a Johan Georg Metzger (1838-1909) quien publicó los métodos de Ling aplicados a la medicina en su obra “Tratado de las luxaciones del pie por medio del masaje”  teniendo un gran éxito, poniendo como complemento del masaje la electricidad y separa la gimnasia del masaje. Lucas Championiere (1843-1913), introdujo el masaje y la necesidad de la movilización precoz en el tratamiento de las fracturas y sus secuelas.


Así mismo, la aplicación de la hidroterapia como tratamiento en múltiples y diferentes patologías, se fundamentaba en la importancia de la evacuación de los humores. Su defensor más importante fue Vincenz Priessinitz (1799-1851), quien recetaba tratamientos con diferentes tipos de agua los cuales acompañaba de una buena dieta y ejercicio físico (Lyons, 1994).


Finalmente en este siglo surgió la osteopatía dada por Andrew Taylor Still (1828-1917), la cual estaba basada en la ineficacia de los medicamentos para curar, lo que dio origen a dos supuestos, el primero que «el cuerpo humano contiene en sí mismo todos los remedios necesarios para protegerse de la enfermedad» y el segundo «el correcto funcionamiento orgánico exige la adecuada alineación de los huesos, músculos y nervios


Además, surgió la quiropraxia, gracias a Daniel Palmer (1845-1913), consistía en un sistema de manipulaciones vertebrales, que ayudaba en la curación de las enfermedades de los órganos internos. Esta doctrina tenía la idea de que la enfermedad era la consecuencia del deterioro tanto de la estructura como de la función de las vértebras (Lyons, 1994).



6.3 APARICIÓN DEL TÉRMINO FISIOTERAPIA


El presente capítulo contiene descripciones y relatos de personajes históricos y asociaciones que se destacaron en la historia de la aparición del término Fisioterapia, además se presenta lo ocurrido en el siglo XX en cuanto a las guerras mundiales y el brote de poliomielitis que dieron origen a un mayor interés por la rehabilitación, finalmente  la profesionalización de la Fisioterapia.


Aunque los hechos ocurridos en edades anteriores, dejan evidencia de cómo el hombre en la búsqueda de un mejor vivir y la prolongación de  su existencia, utilizó una serie de agentes físicos y formas de ejercicio, todas estas técnicas se encontraban desagregadas hasta antes del siglo XX donde se empiezan a practicar de forma conjunta y se hace necesario ser practicadas bajo cierto rigor.


En primera instancia encontramos a Vicenz Prießnitz (1799-1851), llamado “el padre de la hidroterapia,” a temprana edad mostró habilidades inusuales, entre ellas una excelente memoria, una extraordinaria capacidad de observación y una percepción aguda (Metclafe, 1898). Observó los efectos en los cambios de temperatura, no solo en él, sino también en plantas y animales, señalando con precisión como los animales mutilados hundían sus extremidades lesionadas en agua fría. Así mismo realizo numerosos estudios y observaciones de los efectos que este agente causaba (Metclafe, 1898).


Los grandes resultados que se lograron con la aplicación de medios terapéuticos naturales impulsados por Prießnitz cambiaron el punto de vista médico de la época. Es a principios del siglo XIX en Alemania cuando se le dio importancia a la estimulación de los recursos del paciente mediante la aplicación de agentes  físicos (lebenskraft) tales como: el agua, el aire, la luz, el movimiento, la electricidad, el calor y el frío (Terlouw, 2006).


Se encuentra al Dr. Lorenz Gleich (1798-1865), médico militar alemán, quien fue uno de los seguidores más destacados del denominado movimiento Naturheilkunde (Naturopatía), basado en la medicina natural que utiliza los agentes naturales para el tratamiento de las enfermedades y como medio para conservar la salud. Gleich fue quien mencionó por primera vez en 1851 en su artículo “La Physiatrische Schriften” (Escritos Fisiátricos) el término Fisioterapia en alemán "Physiotherapie" (Terlouw, 2006).


Posteriormente en Estados Unidos se crea en el año de 1890 la primera organización que acoge a las personas dedicadas al uso de los medios físicos con bases científicas, llamada “The American Electrotheraphy Association”.


Cuarenta y tres años después de haberse usado el término de Fisioterapia por el Dr. Lorenz Gleich, En Canadá el término “Fisioterapia” en inglés “Physiotherapy” debe su origen al Dr. Edward Playter (1834-1909), quien en la reunión semi-anual de The Rideau and Bathurst Medical Associattion expuso y reconoció la importancia del uso y aplicación de los agentes naturales antes que el desarrollo de los fármacos, lo cual posteriormente fue publicado el 31 de enero de 1894 en The Montreal Medical Journal de la siguiente manera (Sentil, 2010):


«La aplicación de estos remedios naturales, lo esencial de la vida, como se mencionó anteriormente, puede ser denominado terapéuticos naturales, o si se me permite acuñar del griego un nuevo término que nunca he observado en la imprenta, un término más acorde con la nomenclatura medica que el tratamiento higiénico comúnmente usado, yo sugeriría el término, Fisioterapia.»

En el mismo año en Gran Bretaña cuatro jóvenes enfermeras Lucy Marianne Robinson, Rosalind Paget, Elizabeth Anne Manley y Margaret Dora Palmer fundaron la “Society of Trained Masseuses” (Sociedad de Masajistas Entrenados) (Slavat, 2008) con el fin de proteger su profesión de caer en mala fama por las historias publicadas en los medios de comunicación advirtiendo a las enfermeras jóvenes y al público en general sobre personas inescrupulosas que ofrecían masajes como un eufemismo por otros servicios.


Posteriormente en el año de 1900 la Sociedad adquirió el status legal y publico de organización profesional y se convirtio en la “Incorporated Society of Trained Masseuses”. (Sociedad Incorporada de Masajistas Entrenados.) En el año 1920 la sociedad fue premiada con la Carta Real, en ese mismo año se unió con el instituto de Massage and Remedial Gymnastics. Tiempo después (año 1944) la sociedad adopta su nombre actual “The Chartered Society of Physiotherapy,” siendo más representativa en el campo de trabajo que cubría. Esta sociedad es miembro fundador de la World Confederation of Physical Therapy (History C. ).


A la par con los cambios mencionados con anterioridad, en el siglo XX se inician los primeros entrenamientos para la rehabilitación de patologías que reducían la funcionalidad corporal, en Estados Unidos Wrigh realizó diferentes técnicas terapéuticas, la más destacada fue acerca del entrenamiento de los parapléjicos para deambular en muletas utilizando los miembros superiores, lo que fue de gran valor y aporte para la fisioterapia. Por su parte En Nueva Zelanda se crea la primera institución documentada para la formación profesional en fisioterapia en el año de 1913. Un año después en Estados Unidos la universidad Reed College en Portland, Oregón, graduó estudiantes con el título de “ayudantes de reconstrucción.” (Sharma, 2012)  


Otro hecho de gran importancia que marcaría el rumbo de la fisioterapia fue el brote de poliomielitis, enfermedad infectocontagiosa, que afecto una gran cantidad de personas en la primera mitad del siglo XX tras convertirse en una epidemia mundial, fue considerada un problema sanitario relevante, en casos severos llevaba a la muerte y las personas que sobrevivían a ella quedaban con secuelas o con una disminución significativa de la funcionalidad (Edelvis, 2012). Lo que llevo a la creación de servicios de rehabilitación médica y de terapias (Restrepo).


Como respuesta a estos inconvenientes, aparece la primera investigación en fisioterapia publicada en “The PT Review” en los Estados Unidos en marzo de 1921, en el mismo año Mary McMillan, la primera ayudante de Fisioterapia, creó la asociación de Fisioterapeutas llamada “The American Women’s Physical Therapeutic Association” que inicio con 274 socias fundadoras. A finales del año 1930, la asociación cambio su nombre a “The American Physiotherapy Association” Los hombres fueron admitidos y el número de miembros aumento hasta algo menos de mil. Para el año de 1940, la asociación cambia nuevamente su nombre a como es conocida hoy en día “The American  Physical  Therapy Association” (APTA), contrato personal de tiempo completo, abriendo su primera oficina en Nueva York. Se establecieron políticas y se creó un consejo de administración de la APTA. Actualmente, representa a más de 74.000 miembros en Estados Unidos, esta organización tiene como objetivo el fomentar los avances en la educación, investigación y práctica de la Fisioterapia (History A. ).


Para el período de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) la disciplina avanzó en el desarrollo de los ejercicios físicos en mayor uso así como en la aplicabilidad para la rehabilitación de los enfermos, debido a la gran cantidad de heridos. Así mismo, debido a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) más la epidemia de poliomielitis[5] durante los años de 1940 y 1950, los Fisioterapeutas tuvieron una gran demanda. Los miembros pertenecientes a la asociación aumentaron a 8000, además los programas de educación en Fisioterapia de los Estados Unidos incremento de 16 a 39. Por otro lado, en Alemania, después de la Segunda Guerra Mundial, hubo una gran inclinación hacia la utilización de los ejercicios físicos por su influencia en la relajación, lo que llevo a la inclusión de estos como terapia de relajación en los tratamientos.


Dentro de este contexto, el médico estadounidense Thomas DeLorme, describió un método al que denomino «ejercicio de resistencias progresivas», en el que realiza una dosificación sistemática del esfuerzo. Por su parte, el neurofisiólogo Herman Kabat, partió de los conceptos de inervación e inhibición reciproca dados por Sherrington, para desarrollar un método en el año de 1942 al cual denomino: Facilitación Neuromuscular Propioceptiva, en el que utilizo los reflejos de extensión, flexión, tónico, entre otros (Martinez, 1998).

En esta misma línea, McWilliams y Hetzel escribieron “Report of 82 cases of knee-joint war injuries from evacuation hospital 1, A.E.F with remarks on the Willems' treatment by immediate closure and subsequent mobilization, and the management of the subsequent infection by drainage and mobilizations." En el que exponían sobre ochenta y dos casos de pacientes con lesión de rodilla resultantes de la guerra, los cuales eran intervenidos quirúrgicamente para desinfectar y cerrar inmediatamente la lesión. Posterior a la cirugía los pacientes iniciaban ejercicios activos con la asistencia de su mano para ayudar a movilizar la extremidad afectada y realizaban deslizamientos del talón sobre la cama. La deambulación del paciente se realizaba de dos a tres días en pacientes no infectados y al día siguiente de la cirugía en pacientes infectados. Observaron que las fracturas inestables necesitaban un retardo en el programa de movimiento (Banovetz). McWilliams y Hetzel concluyeron que la movilización ayudaba al bombeo de la extremidad afectada y la inmovilización debía ser evitada en un mínimo de 10 días, finalmente observaron que el tiempo de la lesión y la cirugía estaban relacionados con el resultado (Banovetz).


En síntesis, podemos afirmar que las dos Guerras Mundiales impulsaron el uso de la Fisioterapia en veteranos que habían sido heridos en las guerras, los cuales mostraron impresionantes resultados en los tratamientos. Esto proporciono la implementación de la terapia física en hospitales y programas médicos. Los Fisioterapeutas fueron conocidos como ayudantes reconstructivos y especialistas en rehabilitación para las víctimas de la guerra. Los primeros médicos preocupados por la rehabilitación fueron ortopedistas, debido a la necesidad de tratar las secuelas musculoesqueléticas que casi siempre terminaban en deformaciones que requerían intervención quirúrgica (Sotelano).

Finalmente en el siglo XX se da el nacimiento de la profesión fisioterapéutica, se puede señalar que fueron las secuelas físicas en los supervivientes a las dos guerras mundiales lo que generó el punto de partida de inflexión para que se produjera un impulso en la profesionalización de la figura del fisioterapeuta.









[1]  Los textos brahmánicos eran aquellos escritos sagrados hechos por los brahmanes pertenecientes al brahmanismo, el cual era sistema social y religioso que se derivó de la religión védica, forma primera y antigua de la religión de los hindúes, y que corresponde a la que introdujeron los arios cuando invadieron poco a poco el territorio del norte de la India, unos 2000 años a. C.
[2] Los eméticos son métodos de descontaminación digestiva que provocan el vómito, entre los utilizados en la época se encontraba el sulfato de cobre.
[3] Empédocles año 482 - 430 a.C. aproximadamente.
[4] Epidemia más notoria de la Edad Media, importada de oriente, avanzó rápidamente hacia Occidente desde la india y el sur oeste de Rusia. La cuarta parte de la población europea se vio afectada por la peste negra. Dejo espantosas desolaciones por donde pasaba. Ni el conocimiento de los encargados de la salud ni los fármacos tenían efecto sobre esta enfermedad.
[5] En muchos casos de poliomielitis pueden resultar en parálisis temporal, pero sin el adecuado tratamiento puede convertirse en parálisis definitiva. Se encuentra documentación de mujeres jóvenes tratando pacientes con polio usando movimientos pasivos


ARTICULO TOMADO DE
      Fundamentos de Salud y Rehabilitación
Diana Paola Gómez Pereira
Tema: Surgimiento de la fisioterapia y sus definiciones


APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LA FISIOTERAPIA, capítulo 6.Trabajo de investigación para optar por el título de Fisioterapeuta. Institución Universitaria Escuela Nacional del Deporte. 2013. 


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